El Ing. Flavio Arroyo, Director de la Carrera de Ingeniería en Diseño Industrial, comparte el artículo publicado en la revista Forbes
México : Diseño: actividad clave para el futuro
"El
diseño ha dejado de ser una parte en el proceso de producción o servicios, para
ser ahora una actividad holística que genera valor agregado a las
organizaciones.
A
medida que avanzamos en la era del internet de las cosas, es mayor el número de
dispositivos con conexión a la red, información privilegiada y en muchos casos
ya evaluados, lo que genera un valor agregado que se constituye como un
elemento diferenciador en los productos y servicios que adquirimos.
Steve
Jobs aplicó en los productos de Apple dos tendencias tecnológicas: la integración
de funciones (video, fotografía, teléfono, navegación, etc.), y la conectividad
entre los aparatos. Jobs era más un diseñador que un programador, y entendió
que la ventaja comparativa en el siglo XXI se encontraría en brindar una
experiencia diferente al usuario.
Este
elemento es y seguirá siendo uno de los principales conductores para la
actividad económica, toda vez que no existe actividad humana que no esté
relacionada con el diseño.
El
Colegio Nacional de Arquitectos de Estados Unidos lanzó en 2014 el programa
Diseñando para la Salud, que a partir de colaboraciones con instituciones
públicas y privadas del sector salud, busca cambiar la manera como se
desarrollan proyectos arquitectónicos, para que éstos mejoren la salud física y
mental de las personas.
Esta
tendencia también está presente en China. Ante la crisis ambiental, el año
pasado se llevó a cabo el foro Diseño y Salud, donde expertos se dieron a la
tarea de integrar técnicas y metodologías de la salutogénesis en una nueva
planeación tanto urbanística como de salud pública aprovechando la base
científica y tecnológica que existe en esta nación para mejorar la salud de la
población. Ante esto, el ámbito educativo está reaccionando.
En
universidades, principalmente en Estados Unidos y con algunos ejemplos en
México, están cambiando los programas de estudio enfocados al diseño. Quedan
atrás especialidades que acotan el área de trabajo como “diseñador gráfico” o
“diseñador industrial”, y se avanza a un enfoque multidisciplinario; integrar
el conocimiento para que el nuevo diseñador tenga una construcción mental
aplicada a resolver problemas de la manera más sencilla posible.
Hoy,
la gran tendencia es la simplicidad. El usuario promedio no tiene tiempo para
perderse entre búsquedas rápidas o para pensar mucho sobre un eslogan o logo;
hoy, más que nunca, “menos es más”.
Para
su labor, el diseñador del futuro tendrá en la realidad aumentada su principal
herramienta. Este concepto implica añadir una dimensión virtual a nuestra
realidad de tres dimensiones.
Si
una empresa fabrica electrodomésticos debe contar con un diseño industrial que
desde el inicio sea atractivo para el usuario, pero también deberá contar con
un soporte de identidad.
Debido
a que en la actualidad todo está pensado para tener conectividad a internet,
será necesario diseñar una aplicación para su uso a distancia. Si bajo un
enfoque tradicional se considera que todas estas funciones se pueden añadir una
vez que esté listo el producto, se incurriría en altos costos.
Ante
estos cambios, las empresas han comenzado a requerir personal con perfiles
integrales en diseño para nuevas posiciones como “arquitecto de la
información”, “diseñador interactivo”, “diseñador visual” o “diseñador para la
experiencia del usuario” (UX), con salarios muy competitivos.
Esta
revolución en las empresas tiene como meta atender lo que identifican como el
principal elemento diferenciador en la actualidad: crear una cultura e
identidad propia no sólo dentro de la empresa, sino desde las empresas hacia
sus mercados.
Un
gran reto que tendrán los nuevos diseñadores será encontrar el balance entre
diseño a la medida y en masa. La tendencia en contenidos y productos avanza
hacia lo personalizado y adaptable. El desafío será desarrollar productos suficientemente
personalizables para, sin ser generados en masa, cada usuario pueda sentir que
cuenta con un producto o servicio adaptado a sus necesidades.
El
diseño ha dejado de ser una parte en el proceso de producción o servicios, para
ser ahora una actividad holística que genera valor agregado a las
organizaciones y empresas. En México tenemos un gran reto: usar la inventiva y
el ingenio de nuestra sociedad, que es muy reconocida, para impulsar nuestro
desarrollo económico y social. ¡Tenemos el potencial de ser ejemplo global en
diseño si lo enfocamos positivamente!"
Las
opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son
completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes
México. - Read more at: http://scl.io/zNfColmy#gs.1NvWwlk
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.